En esta ocasión, tenemos la oportunidad de presentar una aproximación innovadora y prometedora para el apoyo a personas con discapacidad. Desarrollado por la psicóloga Almudena Calero, su propuesta ofrece un enfoque novedoso y respetuoso sobre el Apoyo Conductual Positivo (ACP), aplicado a menores con necesidades educativas especiales, particularmente a aquellos con autismo. Actualmente, Calero está implementando esta manera de trabajar en la Fundación Asprodisis, dando relevancia a la coordinación en la intervención educativa y terapéutica de personas con discapacidad.
Bajo el título de “Conductas que nos preocupan en la infancia”, Almudena Calero ofrece herramientas y estrategias adaptadas a la diversidad de los menores, con un enfoque personalizado que tiene en cuenta las particularidades del entorno familiar y escolar. La clave de este enfoque es entender que las conductas desafiantes son una manifestación de necesidades no satisfechas. En lugar de aplicar correcciones punitivas o reactivas, el ACP promueve la identificación y satisfacción de esas necesidades mediante un análisis profundo de los desencadenantes emocionales, biológicos y cognitivos.
Uno de los puntos más destacados del programa es el uso del semáforo de emociones, una herramienta práctica que permite a educadores y familiares identificar las fases de desregulación emocional en los menores. A través de esta metodología, se puede intervenir en cada fase de manera adecuada, desde la prevención durante la calma hasta el acompañamiento emocional durante momentos de crisis o explosión emocional.
Además, el enfoque de Calero no se limita a gestionar comportamientos, sino que pone el foco en el desarrollo integral, considerando el bienestar emocional y social de los menores. En el caso de personas con autismo, quienes a menudo enfrentan dificultades para comprender y expresar sus emociones, el ACP les proporciona un marco estructurado para mejorar sus habilidades de comunicación, autorregulación y relación con los demás. Este enfoque preventivo es clave para reducir el estrés y la ansiedad que muchos niños enfrentan en situaciones de cambio o cuando se les imponen expectativas difíciles de manejar.
Este documento/guía también introduce conceptos como la validación emocional y la co-regulación, donde los adultos actúan como guías que ayudan al niño a procesar sus emociones, en lugar de esperar que lo hagan solos. La validación y el acompañamiento refuerzan los vínculos afectivos y crean un ambiente seguro y predecible, aspectos fundamentales para los niños con necesidades educativas especiales.
Desde este medio digital, queremos destacar la importancia de promover y difundir programas como este, ya que no solo contribuyen a mejorar el bienestar individual de los menores, sino que también fortalecen las relaciones entre educadores, familias y profesionales, facilitando la creación de redes de apoyo esenciales para el éxito en la intervención educativa. Con este documento la Fundación Asprodisis pretende colaborar, teniendo un documento que sirva de guía y de lenguaje común entre profesionales, escuela y familias.
Con la autorización de la autora, ponemos a disposición del lector una presentación de Almudena Calero donde expone con más detalle su propuesta: